San Lorenzo está cerca de cerrar a un refuerzo que hasta hace algunos días era inimaginable: Iker Muniain. Todas las partes parecieran coincidir en que el futuro del histórico futbolista del Athletic Bilbao está en Boedo y salvo un giro de 180 grados en las próximas horas, el volante de 31 años se pondrá la camiseta azulgrana.
El vasco, que siempre mostró sus ganas de llegar al fútbol argentino para jugar en River, club del que se declaró hincha, estuvo reunido la semana pasada con Marcelo Moretti y Leandro Romagnoli y se volvió a España con una oferta del Ciclón sobre la mesa que quedó en contestar. Y por lo visto, la respuesta es positiva.
Lo que se supo por estas horas es que Muniain regresará mañana a Buenos Aires con el objetivo de cerrar el acuerdo con San Lorenzo. Ya aceptó la oferta económica, pero quiere tener un último cara a cara con la dirigencia para afinar los detalles de su llegada. Si ahí queda todo sellado, firmará su contrato hasta diciembre de 2025.
En paralelo, Boedo también está abocados en levantar las inhibiciones. Porque si bien ya tuvo que poner una buena cantidad de dinero hace algunas semanas, los reclamos de Fabricio Formiliano y Cristian Zapata que llegaron en los últimos días hicieron que el club quede nuevamente imposibilitado de inscribir más refuerzos.
En principio, la idea de los directivos es saldar los 140 mil dólares que le deben al uruguayo en efectivo y acordar un plan de pagos con el colombiano, al que se le adeudan alrededor de u$s 250.000. Si esto queda solucionado, Muniain ya estaría habilitado para hacer su debut.