Quedó lejos en el tiempo. Pero la derrota contra Atlético Mineiro por 1-0 del 21 de agosto y posterior eliminación en los octavos de final de la Copa Libertadores tuvieron consecuencias. En las últimas horas trascendió la multa que la Conmebol le aplicó a San Lorenzo de 30.000 dólares por los incidentes producidos entre los hinchas y la policía local y por las declaraciones explosivas de Gastón Campi ni bien termino el partido.
Insólitamente, 25.000 están relacionados a la represión que sufrió la parcialidad azulgrana. A sus jugadores los acusan de incumplir el artículo 11.2 inciso l (“causar la interrupción o el abandono de un partido, o ser su responsable directo o indirecto”) y a la gente con el 12.2 incisos i y j (el primero por “casos de agresión colectiva” y el otro “cualquier falta de orden o disciplina que se pudiera cometer en el estadio o
en sus inmediaciones antes, durante y a la finalización de un partido”).
Los 5.000 restantes tienen que ver con las palabras de Campi, que salió con los tapones de punta contra el árbitro chileno Felipe González después de la derrota contra el Galo. “Jugaba para ellos, fue el jugador número 12”, soltó, entre otras cosas. Aseguran que violó el art. 11 en sus incisos b y f relacionados con comportamientos “ofensivos” y que “el deporte en general y la Conmebol en particular pudieran verse desacreditados”.
Por su parte, la Conmebol avisa que en caso de reiterarse estos hechos las consecuencias pueden ser mayores y que el Ciclón puede apelar previo pago de 3.000 dólares. Todo este dinero correspondiente a la multa será descontado automáticamente del monto a recibir por San Lorenzo en concepto de derechos de Televisación y Patrocinio.
Las anteriores multas de Conmebol a San Lorenzo
En la vigente edición de la Copa Libertadores, San Lorenzo ya fue sancionado en los partidos disputados en el Nuevo Gasómetro contra Palmeiras por la fase de grupos y en la ida de los octavos ante Atlético Mineiro. Ambas multas son por gestos racistas hacia la parcialidad brasileña: la primera de 120 mil dólares y la segunda, por reincidencia, de 420.000.