En parte por convicción y también por las obligaciones que impone la coyuntura, porque San Lorenzo todavía no pudo incorporar ni a un solo futbolista en este mercado, Rubén Darío Insúa dio marcha atrás y volvió a subir a dos juveniles que parecían haber quedado relegados sobre el final de la semana pasada. ¿De quiénes se trata? De Jeremías James y Agustín Hausch.
El plantel azulgrana regresó a las prácticas este lunes por la mañana en la Ciudad Deportiva y la sorpresa en el grupo fueron las reapariciones del zaguero central y el extremo, a quienes el Gallego les había comunicado que a partir de esta semana deberían empezar a entrenar con la Reserva para seguir puliéndose bajo las órdenes de Leandro Romagnoli.
Lo de James había generado cierto descontento entre los hinchas, ya que había comenzado a desempeñar un rol protagónico después de los últimos dos partidos en la Copa de la Liga, donde le tocó jugar como titular ante Newell’s y Racing. Lo de Hausch, quizás, pudo ser más previsible: está postergado desde hace mucho tiempo y no juega en Primera desde el octubre del año pasado (apenas 4 minutos vs. Colón).
Los que por el momento continuarán entrenando de la mano del Pipi son los otros tres pibes a los que Insúa había bajado: Ignacio Vallejos, Eduardo García y Gonzalo Luján, quien venía entrenándose de manera progresiva a la par del plantel tras recuperarse de la fractura de clavícula y empezará a hacer sus primeras prácticas de fútbol de la mano del Pipi.