“San Lorenzo tiene una parte grande de mi corazón”, dice Walter Kannemann desde su casa de Porto Alegre. El ex defensor del Ciclón, que escribió un capítulo eterno en la historia de la institución consiguiendo la Copa Libertadores 2014 y disputando la final del Mundial de Clubes, recuerda con ilusión su pasado en Boedo y tal como aseguraron Tito Villalba y Nico Blandi en las últimas horas, el Gringo también dejó la puerta abierta.
Hoy, su presente lo encuentra con continuidad en el Gremio de Brasil, pero aseguró que si es posible, a futuro le gustaría pegar la vuelta. “Me encantaría volver a San Lorenzo, pero no volver en malas condiciones. Después también hay que ver un montón de otros factores, por ahí uno tiene ganas y el club no tanto. O al revés. Viví 15 años ahí, así que siempre voy a sentir algo especial por el club”, contó en diálogo con el periodista Diego Arvilly.
A su vez, el Gringo repasó cómo fue la conquista de América. “Después de la fase de grupo tengo los mejores recuerdos, je. Fue difícil, pero lo bueno es que terminamos con el final feliz“, declaró. Ahí mismo, resaltó su rol dentro del equipo: “Era entrar al área defensiva y empezar a sacarla de cabeza, a pelear con los rivales… Había que hacer lo necesario para buscar a victoria o los empates”.
Pero así como vivió momentos felices en Boedo, Kannemann también recordó cuando no la pasó de la mejor manera. Fue entre el 2010 y el 2012, cuando siguió entrenándose con la Reserva sin contrato vigente. “Ese momento entre haber debutado y pasar dos años para después volver a jugar fue difícil. Costó. Había pensado en dejar, pero mi familia y mi representante me ayudaron bastante. Me dieron muchas fuerza para seguir”, cerró.