Es increíble que en medio de todos los problemas económicos que atraviesa, San Lorenzo sea sancionado por cuestiones extra futbolísticas. ¿Qué pasó ahora? La Conmebol le metió una dura sanción por los gestos racistas en el partido de ida contra Atlético Mineiro, por los octavos de final de la Copa Libertadores.
El video de un hincha (aún no identificado) haciendo gestos racistas a los torcedores brasileños se viralizó luego del 1-1 del 13 de agosto en el Nuevo Gasómetro. El propio Galo sacó un comunicado al respecto en el que repudió los actos y avisó que “mientras no haya castigos severos, viviremos con este tipo de situaciones crueles e inhumanas”.
Lo concreto es que la Conmebol le comunicó a San Lorenzo que recibió una multa durísima por este último hecho. La sanción asciende a los 420.000 dólares y esto se debe a que reincidió en racismo por segunda vez en el año. Antes también había sido contra un equipo brasileño (Palmeiras, el 3 de abril), teniendo que abonar u$S 120.000.
En este contexto, la dirigencia apelará para tratar de reducir la pena. La posibilidad de desligarse de lo que hizo un hincha no es posible, ya que el artículo 9 hace responsable a los clubes del comportamiento de “jugadores, oficiales, miembros, público asistente, aficionados”. La reincidencia, lamentablemente, es clara.