Pasó muchísimo tiempo. Más de cinco años tuvieron que transcurrir para que San Lorenzo volviera a ganar un partido fuera de casa después de empezar perdiendo. Lo logró anoche en Tucumán, ante Atlético, en una noche cargada de emociones, tensión y, sobre todo, alivio para el equipo comandado por Damián Ayude.
Sí, la última vez había sido el 13 de marzo de 2020, en los días previos a la suspensión del fútbol por la pandemia. Aquella noche, en Paraná, el equipo dirigido de manera interina por Hugo Tocalli, Leandro Romagnoli y Beto Acosta se impuso 3-1 ante Patronato en la primera fecha de la Copa de la Superliga.
El Ciclón había arrancado perdiendo, pero lo dio vuelta con un doblete de Óscar Romero —uno de ellos, un golazo memorable desde atrás de la mitad de la cancha— y un tanto de Adam Bareiro, en su último partido de su primera etapa en la institución. Desde entonces, nunca más había podido revertir un resultado fuera del Nuevo Gasómetro.
Una racha tan extensa como impensada, que atravesó entrenadores distintos, procesos truncos y planteles que cambiaron casi por completo. Cinco años, siete meses y cinco días después, el equipo de Damián Ayude volvió a hacerlo: lo perdía en Tucumán y lo dio vuelta con goles de Cuello y Tripichio, para conseguir un triunfo que vale más que tres puntos.