Hay responsables de este momento de San Lorenzo. Y si bien no se le puede apuntar a una sola persona, sí existió una acción totalmente innecesaria que perjudicó al equipo en un momento clave del partido contra Estudiantes: Elián Irala entró, jugó un ratito y metió un planchazo terrible que dejó con 10 al Ciclón.
A los 26′, el volante de 20 años se tiró con los pies para adelante pegándole en la cabeza a Matías Mansilla cuando el arquero ya tenía la pelota dominada. Si bien Leandro Rey Hilfer primero le sacó amarilla, luego fue llamado por el VAR comandado por Fernando Echenique y corrigió mostrándole la roja directa algunos minutos más tarde.
Como el horno no estaba para bollos y el nerviosismo se apoderaba del Nuevo Gasómetro, pasó nomás: los hinchas silbaron y reprobaron a Irala, que dejó el campo de juego cabizbajo. Ahora, se sabe, no podrá estar el sábado en la visita Rosario Central pero habrá que ver, por la violencia de la falta, si no le dan más fechas.
Lo cierto es que Irala, que había comenzado su etapa en Primera con fuerza, de a poco está perdiendo protagonismo en el equipo. Lleva jugados 53 partidos con la camiseta azulgrana y dos goles que le valieron puntos a San Lorenzo, ante Talleres y Platense en este torneo.
Sin embargo, sus rendimientos desde hace rato están muy lejos de aquellos con los que ilusionaba en un principio. Russo le dio titularidad en su primer partido al frente del equipo, pero después fue suplente de otro juvenil: Santiago Sosa, que se acomodó de titular desde la visita a Independiente Rivadavia.
¿Podrá Irala dar vuelta su historia luego de esta expulsión infantil?