Habitualmente, los jugadores que se incorporan a la Reserva de los clubes suelen ser aquellos que por algún u otro motivo no se pudieron consolidar en sus equipos de origen. De hecho, San Lorenzo incorporó en este mercado de pases a varios jóvenes que, a futuro, tal vez podrían tener su chance en la Primera si es que rinden bajo el mando de Leandro Romagnoli.
Sin embargo, hay un caso que llamó bastante la atención entre los hinchas: el de Maximiliano Zelaya. A priori puede tratarse de una apuesta más para el Ciclón, sobre todo porque los chicos que se suman no suelen ser del todo conocidos. Pero la sorpresa es que no se trata de un juvenil, sino que de un jugador ya formado porque tiene 26 años.
Se trata de un marcador central que hizo gran parte de las Inferiores en Huracán y hasta llegó a jugar en la Reserva. Luego jugó para Almirante Brown y más tarde pasó al fútbol paraguayo, donde se desempeñó para 2 de Mayo, Rubio Ñu y Sportivo San Lorenzo, el mismo equipo del que llegó el arquero Orlando Gill, al que, justamente, representa un empresario de apellido Zelaya (Mariano), padre del jugador que se sumó al plantel del Pipi.
En total, seis jugadores se sumaron a Reserva
Además de Gill, de 23 años, y con Zelaya como excepción, a Boedo sí llegaron algunos futbolistas de mayor proyección. ¿Quiénes? El volante central Gonzalo Alassia, de 19 años libre de Atlético Rafaela; el ofensivo Danilo Gómez, de 21 años y a préstamo de Colón; Ian Vera, también de 19 años y cedido de Estudiantes de Buenos Aires; y por último, Germán Pared, defensor de 20 años con pasado en Tristán Suárez.