Laureano Cabral llevaba un par de años generando expectativas en San Lorenzo, debido a que mostró su capacidad goleadora en varias categorías desde su llegada a Boedo, en 2015. Sin embargo, después de pelearla por un buen tiempo en las categorías menores, su ilusión de llegar a Primera se terminó.
Es que a sus 21 años, el delantero finalizaba su vínculo el próximo 30 de junio pero ya se alejó de la institución de Boedo. Aunque se evaluó la posibilidad de renovarle el contrato, la decisión ya está tomada: buscará tener continuidad en Deportivo Maipú, club que milita en la Primera Nacional. Se fue con el pase en su poder y el Ciclón solo cobrará por derechos de formación si es transferido al exterior antes de que cumpla los 23.
El Pampa, como le dicen por la provincia en la que nació, fue el máximo artillero de su categoría (la 2000) desde su primer año en el club. También lo fue en la Sexta y la Quinta. A mediados del 2019, jugando para la Cuarta y alternando en Reserva, sufrió una rotura de ligamentos y meniscos de la rodilla derecha. Su vuelta se dio tras el parate del fútbol por la pandemia, jugando con el equipo de Monarriz.
Todo indica que la salida de Cabral no será la única de un juvenil de San Lorenzo durante las próximas semanas. Como suele suceder ante cada final de semestre, se produce una renovación inevitable por acumulación de futbolistas que van subiendo y se generan bajas a causa de la falta de proyección en Primera. A esperar más novedades…