Las señales están muy a la vista. Entre jugadores que se fueron (Yeison Gordillo, Alexis Sabella y Uvita Fernández), otro que se podría ir (Agustín Martegani) y mucho juvenil en plantel, Rubén Insúa necesita refuerzos de manera imperiosa. Y parece que ahora sí: San Lorenzo acordó la llegada de Gonzalo Maroni, el volante de 23 años que no fue tenido en cuenta por Boca tras su regreso de Atlas de México.
El Ciclón llegó a un acuerdo por un préstamo de 18 meses sin cargo ni opción de compra. Y si bien no hará ninguna erogación de dinero para traer al jugador, a excepción del pago de su contrato, el Xeneize impuso una cláusula de repesca cada seis meses. Es decir, podrá cortar unilateralmente la cesión en diciembre de este año o junio del 2023 si considera necesaria su vuelta.
Maroni debutó en Instituto de Córdoba en 2015, con apenas 16 años, y enseguida generó el interés de varios equipos. En 2017 lo contrató Boca, aunque jamás pudo asentarse a pesar de haber contado con algunos buenos rendimientos. De hecho, será la cuarta vez que el mediocampista deje el club en busca de sumar más minutos. Ya se fue cedido a Talleres (2018/19), a Sampdoria de Italia (2019/20) y a Atlas de México (2021/22).
El mediocampista, que también tuvo un paso por las juveniles de la Selección, en total, durante sus cuatro etapas en el Xeneize participó en 33 juegos y marcó cinco goles. En la T jugó 17 partidos (dos goles). En Italia disputó 5 encuentros y no convirtió. Y viene de muy poca continuidad en tierras aztecas: durante un año estuvo presente en 10 partidos, de los cuales fue titular en uno y en este semestre ingresó solo tres veces, acumulando apenas 26 minutos.
Se espera que mañana le realicen la revisión médica y, si todo sale bien, pondrá la firma para sumarse al plantel como la primera incorporación de este mercado de pases.