San Lorenzo arrancó la semana previa al debut del torneo. Sin caras nuevas y con la incertidumbre de saber si los dirigentes le cumplirán con los refuerzos prometidos, el plantel de Rubén Darío Insúa retomó los entrenamientos este lunes con vistas al clásico del próximo sábado (14 horas) contra Independiente.
En la práctica hubo novedades con respecto a dos jugadores: Nicolás Fernández y Malcom Braida. Por primera vez desde sus lesiones, ambos volvieron a trabajar a la par del plantel en la cancha auxiliar de la Ciudad Deportiva, aunque esto no significa que vayan a estar disponibles en el estreno en la Liga Profesional.
Uvita se recuperó de un esguince leve en su rodilla izquierda que le impidió trabajar con normalidad desde el miércoles pasado, razón por la cual lógicamente está falto de ritmo y se supone que cinco ensayos no le alcanzarían para estar al 100%. Hoy lo más factible parece ser que el delantero, de máxima, ocupe un lugar en el banco.
Por su parte, este lunes se cumplieron 37 días desde que el ex Aldosivi sufrió un esguince medial en la rodilla derecha (contra Patronato, en la fecha 11) y recién hoy Insúa pudo tenerlo a disposición por primera vez dentro del grupo. Más allá del ritmo de juego, también le falta nivelarse físicamente con el resto y ya está descartado para jugar con el Rojo.