El reloj corre, los días pasan y la situación no termina de definirse. El jueves de la semana pasada le comunicaron a Rubén Darío Insua dejó de ser el técnico de San Lorenzo y 24 horas después recibió en su domicilio la carta documento que le envío el club para avisarle que fue despedido, pero el del Gallego es un capítulo que todavía la dirigencia no logra cerrar.
¿Qué pasa? Por el momento las partes no llegaron a un acuerdo económico por la ruptura del contrato. El vínculo del entrenador de 62 años fue renovado a principios de enero, con una suba importante a nivel salario, y finalizaba en diciembre del 2025. En ese sentido, existen grandes diferencias entre lo que pretende cobrar uno y lo que ofrecen otros.
Por un lado, los popes azulgranas procuran que Insua acepte cobrar lo trabajado y lo que resta del 2024 para que el DT firme el acuerdo oficial. Del otro lado, teniendo en cuenta que eso es la mitad de lo que tiene firmado por el año que le queda, quiere que le paguen todo: 2024 más 2025. De ahí viene el tira y afloje que se extiende desde hace varios días.
En el mientras tanto, Leandro Romagnoli dirige interinamente al equipo (y hasta podría ser confirmado en el puesto debido a los ofrecimientos rechazados a la CD), pero de la firma del documento legal que confirme la salida de Insua depende que San Lorenzo pueda anunciar a su próximo entrenador.