Diego Monarriz no logra encontrar ni rendimiento ni los resultados por el que le tocó ser ratificado como entrenador de San Lorenzo y quedó sumergido en una marea de cuestionamientos y murmullos de todo el estadio a raíz de su mal desempeño futbolístico ante Racing. Por eso, después del 1-0 ante Racing, puso en duda su continuidad.
Una vez finalizado el encuentro, el DT se quedó hablando con Marcelo Tinelli y si bien no dio detalles de la conversación dejó un mando de sospechas sobre su futuro. “Hablé con Marcelo sobre lo futbolístico, pero tranquilo, ahora no vamos a definir nada. Lo que tenga que pasar, va a pasar. No sabemos qué decisión vamos a tomar”, manifestó en conferencia de prensa.
Sobre el desarrollo del juego, agregó: “De lo planificado no salió nada. No nos vamos para nada conformes. Me deja preocupado la parte futbolística. Cuando no salen las cosas, entra primero el aspecto anímico y ahí parece que el jugador lo sufre. Pareciera que el equipo no corre, que no puede dar dos pases seguidos, que está mal físicamente y eso es producto de la falta de confianza. No sé si lo puedo cambiar”.
“En el gol teníamos gente pero cometimos un error y lo pagamos. Cuando las cosas no salen, no salen. No es un tema anímico. De esto se sale poniendo hidalguía y jerarquía, basta de hablar”, sostuvo al ser consultado sobre el tanto de Mauricio Martínez y los tres defensores centrales con los que San Lorenzo salió a jugar: Coloccini, Gonzalo y Donatti.
Por último, se refirió al pedido de los hinchas al finalizar el partido. “Poner huevos no es pegar una patada, un codazo o ir a trabar con los dientes. Poner huevos es pedir la pelota y jugar”, cerró Monarriz, quien no le encuentra la vuelta y parece que tiene las horas contadas en Boedo.