Hace más de cuatro meses que Marcelo Moretti está bajo la lupa. El escándalo de la cámara oculta difundida por Canal 9, en la que se lo veía recibiendo un fajo de dólares y guardándoselo en el saco, lo obligó a pedir licencia en abril y dejó al club en manos de una Comisión Directiva marcada por las disputas internas.
Pero la historia dio un nuevo giro. Un día después de enviar el mail en el que notificó el cese de su licencia, Moretti sorprendió a todos al aparecer en la Ciudad Deportiva para presenciar el entrenamiento de San Lorenzo. Tras la práctica, hasta charló con el técnico Damián Ayude. Fue, en los hechos, la primera señal concreta de que ya empezó a ejercer como presidente, aunque todavía no tenga el aval formal.
Porque si bien administrativamente su regreso no está aprobado, Moretti convocó a una reunión de Comisión Directiva para el próximo lunes, donde se debería oficializar su vuelta. Hasta entonces, su presencia en la rutina diaria del club se mueve en una especie de limbo: no está habilitado, pero actúa como si lo estuviera.
El trasfondo no es menor. La decisión de Moretti llega justo en la semana en que se espera que el Tribunal de Ética de la AFA comunique que no encontró pruebas para sancionarlo, despejando así cualquier obstáculo desde Viamonte. Mientras tanto, el club sigue atrapado en esta novela interminable. Moretti se muestra, avanza y vuelve a ocupar la escena…
Convocatoria en Avenida La Plata
En el mientras tanto, su regreso no pasó desapercibida entre los hinchas. Ayer mismo, apenas se conoció su intención formal de volver, empezaron a circular convocatorias espontáneas a una marcha en la sede de Avenida La Plata. Y este jueves, el primero en darle visibilidad pública fue César Francis, referente opositor, que se sumó al reclamo apoyando la movilización que, en principio, se realizará mañana a las 19 horas.