El regreso de Marcelo Moretti a San Lorenzo sigue generando capítulos de una crisis institucional que no tiene freno. Apenas levantó su licencia, el dirigente convocó a una reunión de Comisión Directiva para el próximo lunes en el Nuevo Gasómetro, con la intención de formalizar su vuelta al sillón presidencial. Sin embargo, su maniobra ya fue objetada desde adentro y la convocatoria podría quedar sin efecto.
¿Por qué? Porque Moretti aún sigue siendo presidente en licencia, y mientras esa situación no se formalice en la Comisión Directiva, carece de las facultades estatutarias para llamar a una reunión. De hecho, la única potestad de convocar corresponde a los propios miembros de la CD en funciones, no a quien se apartó voluntariamente de su cargo.
En los hechos, Moretti se muestra y actúa como presidente, pero jurídicamente todavía no puede hacerlo. Y en ese gris estatutario se montó la respuesta de sus propios pares: luego del comunicado de repudio emitido por el bloque oficialista, en las últimas horas Andrés Terzano envió un correo interno pidiendo a los dirigentes abstenerse de concurrir a la reunión del lunes, justamente porque la convocatoria no tiene validez formal.
La consecuencia directa es clara: el encuentro al que llamó Moretti en el Nuevo Gasómetro difícilmente se lleve adelante, a menos que la mayoría de la Comisión Directiva decida organizarlo por cuenta propia.
En medio de la presión social, con hinchas que se movilizan este viernes en Avenida La Plata para exigir renuncias y elecciones anticipadas, la situación institucional del club se vuelve cada vez más enmarañada: un presidente en licencia que actúa como presidente, un bloque oficialista que lo repudia pero no renuncia, y una Comisión Directiva que todavía no define los pasos formales a seguir.