Iker Muniain jugó su primer partido como titular en San Lorenzo y mejor no pudo irle. Fue el conductor del equipo y marcó los dos goles para que el equipo de Romagnoli pueda reencontrarse con un triunfo necesario en el Nuevo Gasómetro ante Banfield por 2 a 1.
“Fue un partido complicado. Parecía que se nos ponía de cara con ese gol (el primero, de penal), pero nos empataron también de penal. Luego les echaron a uno por roja en el arranque del segundo tiempo y pudimos marcar pronto que nos dio mucha vida”, arrancó con su análisis el vasco, que salió a poco del final y se llevó una ovación más que merecida.
Y agregó, en diálogo con ESPN: “Cuando se dan estos partidos que se quedan con un hombre menos ellos se encierran atrás y a medida que pasan los minutos se hace más difícil poder hacerles daños. Gracias a Dios pudimos convertir. Nos quedamos con la posesión del balón y conseguimos tres puntos que era lo más importante”.
“Estoy muy feliz por jugar de inicio muchos meses después del último partido que jugué. Me encontré muy bien, fueron dos semanas de trabajo en las que pude entrar un ratito al final de cada partido y hoy volví a entrar de arranque. Por suerte pude ayudar mucho al equipo, hay que seguir por esta línea“, comentó.
Mientras sonreía y mira la tribuna, Iker volvió a mostrar su felicidad por elegir Boedo. “Muchas veces hay que tomar decisiones en la vida y mi decisión era venir a jugar en la Liga Argentina. Una decisión que a muchos les puede parecer extraña, pero yo la tomé con toda la ilusión del mundo para medirme en una liga complicada. San Lorenzo me transmitió toda la confianza, me ayudó a decidir y me siento como en casa“, cerró.