San Lorenzo no encuentra paz en medio de su crisis institucional. Mientras los dirigentes siguen en guerra interna, con pasacalles cruzados y sin dar el paso al costado para provocar la acefalía, Marcelo Moretti continúa ejerciendo funciones como presidente, pese a que su licencia nunca fue dada de baja oficialmente.
Este martes, volvió a sorprender con una movida insólita: presentó a tres nuevos empleados del club en una conferencia de prensa realizada en el Nuevo Gasómetro. Allí aparecieron José Brunengo, nuevo jefe de prensa que estuvo junto a Ángel Bernuncio, director deportivo, al frente de la llegada de Walter Perazzo, designado como director de Fútbol Juvenil, y Gabriel Martínez Poch, metodólogo deportivo que estará a cargo de la preparación física en todas las divisiones.
Además, Brunengo anunció las funciones que tendrán algunos que ya estaban dentro del club: Hernán San Martín, ex DT de la Séptima División será subdirector del fútbol juvenil; Mario Rizzi, director de scouting profesional; Norberto Ortega Sánchez, integrante de la secretaría de fútbol profesional, y Darío Pacheco, nuevo supervisor de infraestructura de Ciudad Deportiva.
Conferencia sin llamado “oficial”
Lo llamativo es que la conferencia nunca fue comunicada oficialmente por el club. San Lorenzo tiene un grupo de prensa donde habitualmente se informan acreditaciones o novedades institucionales, pero esta vez nada fue notificado. La presentación se hizo a la 13.30, con un grupo reducido de periodistas que siguen el día a día del Ciclón para medios nacionales.
Incluso, durante la presentación, cuando le consultaron al nuevo jefe de prensa por la situación institucional, José Brunengo respondió tajante: “Nosotros acá vamos a tratar solo la parte deportiva del club”. Una frase que dejó aún más expuesto el clima de irregularidad que se vive en Boedo.
El silencio institucional y la polémica del doble mando
Más allá de los nombres, que no generan rechazo entre los hinchas —Perazzo es una gloria del club y Martínez Poch tuvo un paso valorado en el cuerpo técnico de Insúa en 2022—, lo que genera malestar es la forma.
La imagen de un doble comando en San Lorenzo es cada vez más evidente: por un lado, una Comisión Directiva fragmentada que no avala el regreso de Moretti, y por otro, el propio Moretti tomando decisiones y presentando nuevos empleados como si nunca hubiera dejado la presidencia. Los nombramientos, claro, no son válidos para el resto de dirigentes.
En este clima de desorden, la incertidumbre crece. Mientras no haya definiciones en la Comisión Directiva, San Lorenzo sigue atrapado en un limbo institucional, con Moretti moviéndose a su antojo y un club que no logra encontrar un rumbo claro.
