Durante meses, Francisco Perruzzi fue una sombra en la Ciudad Deportiva. Entrenaba en soledad, en horarios cambiados, lejos del plantel profesional y sin minutos en la Reserva. Un futbolista olvidado, sin oportunidades, que apenas regresó al club tras su experiencia en Grecia quedó completamente al margen de la estructura principal. Ni una citación. Ni un ensayo táctico. Ni una charla que lo acercara al protagonismo.
Volvió a finales de enero, después de rescindir su préstamo con el Panserraikos. Había llegado a Grecia con la ilusión de afianzarse en el fútbol europeo, pero no logró continuidad: jugó 12 partidos, apenas la mitad como titular, y en el arranque de 2025 ya ni siquiera era convocado. Por eso se terminó el vínculo antes de tiempo. Por eso volvió.
Pero Miguel Ángel Russo ya tenía todo definido. Con el torneo en marcha, nuevas incorporaciones en su puesto (como Nery Domínguez y Emanuel Cecchini) además de los que estaban y una idea clara de a quiénes quería tener cerca, le comunicó rápidamente que no iba a ser tenido en cuenta. Como Agustín Lamosa y Simón Pérez, Perruzzi quedó al margen. Se entrenó por obligación contractual, sí, pero siempre a contraturno. Sin grupo. Sin chances reales. Hasta ahora…
Con la salida de Russo y la llegada de Damián Ayude como nuevo entrenador, Francisco Perruzzi volverá a tener una oportunidad en San Lorenzo. El mediocampista de 24 años será parte del plantel profesional a partir del lunes 16 de junio, cuando el equipo regrese de las vacaciones y comience la pretemporada de invierno.
Ayude quiere ver a todos antes de tomar decisiones. No lo dirigió antes ni lo conoce en profundidad, pero asumió con la idea de evaluar el rendimiento de cada jugador durante la preparación. Y Perruzzi estará en esa lista. No significa que se vaya a quedar, pero por primera vez en mucho tiempo, podrá entrenarse con el grupo y competir por un lugar.
Con contrato vigente hasta diciembre de 2026 y 44 partidos en la Primera desde su debut en abril de 2022, Perruzzi sabe que este puede ser su último tren en Boedo. En un mercado donde las inhibiciones complican las incorporaciones, mirar hacia adentro vuelve a ser una necesidad. Y él está listo para intentar ganarse el lugar que perdió hace tiempo.
Cabe destacar que uno de los jugadores con los que competirá por un puesto es su propio hermano, Ignacio Perruzzi, quien debutó en el cierre del Torneo Apertura y terminó siendo titular en lugar de Elián Irala gracias a sus buenas actuaciones. ¿Habrá mediocampo de hermanos en San Lorenzo? El tiempo y la pretemporada darán la respuesta.
