Pasaron ya trece días desde que los jugadores regresaron a las prácticas y diez desde el momento que Rubén Darío Insúa dirigió el primer entrenamiento de su nuevo ciclo. Sin embargo, San Lorenzo sigue aletargado en la búsqueda de refuerzos para su plantel, al punto que a una semana del arranque del nuevo torneo el Ciclón no tiene ninguno.
El entrenador, el coordinador de fútbol profesional Matías Caruzzo y los dirigentes apuntaron bien los cañones en cuanto a incorporar en todas las líneas: un lateral (por la salida de Gino Peruzzi), un volante de marca (Gordillo se fue libre por una deuda que mantenía el club) y un delantero, para empezar a compensar la preocupante falta de gol.
Después de varios días de evaluaciones, el puesto que necesita ser reforzado con más urgencia para el Gallego es el del 9 de área. El nombre lo tiene bien claro: Martín Cauteruccio. San Lorenzo le hizo un ofrecimiento al jugador, a la espera de su respuesta, mientras intenta avanzar con Aldosivi, dueño de su pase, para ver si consigue sacarlo cuando aún le queda un año más de contrato.
Paradójicamente, en la negociación que la CD más fuerte avanzó es por la que menos prisa tiene. En efecto, desde Boedo le hicieron un oferta formal (200 mil dólares por el 80% de la ficha) a Independiente de Santa Fe por Edwin Herrera. Cuando parecía que el acuerdo sería inminente, todo se dilató porque Insúa se plantó: antes de que llegue un lateral prioriza la incorporación de un delantero. Y el escenario, entonces, no se mueve de ahí.
Paralelamente a las necesidades particulares, San Lorenzo está intentando dar un golpe de mercado con Rodrigo Aliendro, el volante de Colón que es la sensación del mercado y también suena en Independiente, Estudiantes, Boca y en Saint-Etienne de Francia. Otro que aparece en carpeta en Federico Lértora, también del Sabalero, y en las últimas empezó a sonar Juan Ignacio Méndez, de Talleres de Córdoba. Todo en stand by.
Así, a días del debut en la Liga Profesional (será el sábado 4 de junio contra Independiente), donde Insúa pensaba llegar con los refuerzos, aún no hay nadie para probar. Mientras sigue sumergido en una profunda crisis institucional y económica, los dirigentes deberán acelerar sí o sí para cumplir con lo que le prometieron al entrenador. ¿Podrán?