San Lorenzo atraviesa la recta final de su preparación para el debut oficial en la Copa Argentina. El equipo que conduce Damián Ayude viene de realizar la pretemporada en Cardales y ahora trabaja en Ciudad Deportiva con la mira puesta en el cruce contra Quilmes, que se disputará el sábado 5 de julio en la cancha de Lanús. Sin embargo, la exigencia física ya comenzó a dejar sus marcas.
A ocho días del partido, el cuerpo técnico tiene dos bajas confirmadas por lesión: Jhohan Romaña, referente de la defensa, sufrió un desgarro en el sóleo izquierdo y quedó completamente descartado. La otra ausencia será la de Matías Reali, quien podría haber ganado terreno tras la salida de Muniain, pero padece una lesión muscular grado 1 en el isquiotibial y también quedó afuera.
Además, hay dos jugadores que están en duda y que serán evaluados día a día en la última etapa de la preparación. Se trata de Nicolás Tripichio y Elías Báez, dos futbolistas que venían siendo titulares y que actualmente trabajan diferenciados por molestias físicas. La evolución en estos días será clave para saber si podrán estar a disposición.
De esta manera, Ayude empieza a delinear el equipo con varias incógnitas y sin margen de error, en un partido que marcará su estreno oficial como entrenador de San Lorenzo. El plantel tiene una semana por delante para recuperar soldados y llegar en la mejor forma posible al primer gran desafío del semestre.