La crisis institucional de San Lorenzo sumó este martes un nuevo capítulo. Javier Allievi, quien durante un año fue parte del oficialismo hasta que en enero eligió correrse y erigirse vocal opositor, presentó su renuncia definitiva a la Comisión Directiva, luego de haber condicionado su salida semanas atrás a que también dejaran sus cargos otros dirigentes del morettismo.
El quiebre se da horas después de la insólita presentación en la Ciudad Deportiva de Walter Perazzo y Gabriel Martínez Poch, dos nuevos empleados que fueron anunciados puestos por Marcelo Moretti pese a que su regreso a la presidencia no está avalado legalmente ni aprobado en CD. Ese movimiento fue el detonante para que Allievi, que había advertido su malestar, finalmente cumpliera con su palabra.
En la carta dirigida a la Comisión, el dirigente remarcó que permanecer en el cuerpo colegiado “solo implicaría darle legalidad a una Comisión Directiva absolutamente ilegítima”, en referencia a la decisión de Moretti de volver a conducir el club pese a seguir en licencia. Además, advirtió que la actual situación “profundiza la crisis y mantiene al club en un estado de incertidumbre incompatible con una conducción seria y responsable”.
Con esta renuncia, San Lorenzo acumula cada vez más bajas en la mesa directiva y se acerca al escenario de acefalía, ya que se va va perdiendo el quórum necesario para funcionar. ¿Quiénes se fueron? A falta de que todo se apruebe en una futura reunión directiva, Marcelo Culotta, Agustina Nordenstrom, Martín Cigna y Uriel Barros. Otros, como los casos de Julio Lopardo y Leandro Goroyesky, renunciaron a sus cargos pero no así a las vocalías…
