Como cada inicio de año, sobre todo cuando el mercado apenas está comenzando, varios jugadores toman otros rumbos. Pasa en Primera y también, por supuesto, pasa en la Reserva. Y en este caso, hay un juvenil que fue importante en el 2023 para Leandro Romagnoli que se fue a buscar minutos a otro club y, a su vez, arribaron dos futbolistas como apuestas a futuro.
El que emigró de San Lorenzo fue Máximo Masino, quien en buena parte del año pasado supo ser capitán del equipo del Pipi. Se trata de un defensor de 21 años que como no iba a ser tenido en cuenta por Rubén Insua dentro del plantel profesional decidió marcharse a San Martín de San Juan, club que milita en la Primera Nacional.
El nacido en Chivilcoy arribó al Santo sanjuanino a préstamo por una temporada, sin cargo y sin opción de compra. Eso sí, antes de hacer su primera experiencia fuera de Boedo firmó la renovación de su contrato, que pasó de vencer en diciembre de 2024 a diciembre del 2025.
Los dos jugadores que llegaron como apuesta
Al mismo tiempo, dos futbolistas fueron contratados por San Lorenzo. Uno de ellos es Danilo Gómez, quien desde hace algunos mercados ya viene sonando por el club. Se trata de un volante ofensivo de 21 años que llega a préstamo sin cargo de Colón de Santa Fe, donde apenas jugó dos partidos y sumó 15′ en el 2023.
El otro es Gonzalo Alassia, volante central de 19 años que viene de quedar libre de Atlético Rafaela. Desde su debut en la Primera de la Crema acumuló apenas diez partidos entre 2021 y 2022, mientras que durante el 2023 jamás fue citado al plantel profesional. “Llegan como apuestas”, dicen desde adentro del club.