Luego de varias respuestas negativas, San Lorenzo fue a buscar al hombre que quiso continuar el interinato antes de la llegada de Paolo Montero. Matías Lammens y Mauro Cetto se juntaron con Leandro Romagnoli para ofrecerle dirigir al equipo en 2022. Pero luego de una larga charla, no hubo definiciones.
La idea del vicepresidente y el manager era escuchar los argumentos del Pipi, que quiere lanzar su carrera como DT, y así empezar a hacerse cargo del plantel a partir del próximo lunes, cuando los jugadores retornen de sus vacaciones y arranquen con la pretemporada. El encuentro fue positivo, pero con ciertas diferencias.
Como Romagnoli no tiene armado su cuerpo técnico, la intención de los dirigentes era rodearlo con el profe Alejandro Kohan y Juan Branda, quienes venían trabajando con Hernán Crespo. Sin embargo, el forzoso rompecabezas que propusieron los directivos fue rechazado por el Pipi, que en caso de asumir quiere estar con su gente de confianza.
El que sería su ayudante de campo es Gonzalo Prósperi, con quien forjó una relación de amistad durante su etapa en Boedo y desde hace tiempo tienen en mente ser ladero del Pipi. Y el que estará a cargo de la preparación física sería Alejandro Tocalli, hijo de Hugo, quien acompañó al enganche durante su interinato.
Los dirigentes del Ciclón quedaron en analizar la contrapropuesta de Romagnoli. Si no hay un cambio de rumbo a última hora, la idea es volver a sentarse a hablar para bajar el martillo y tomar una decisión que será crucial para el futuro futbolístico de San Lorenzo.