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San Lorenzo: otra imagen preocupante, derrota ante River y un ciclo que parece terminado

El Ciclón lo ganaba con gol de Fernández Mercau, pero el Millonario se lo dio vuelta con un triplete de Álvarez. Otra flojísima actuación del equipo de Montero, que parece tener los días contados en Boedo.

San Lorenzo se desangra. Sufre su inestabilidad institucional, las continuas decisiones erróneas de los dirigentes, un DT que llegó sin un currículum a la altura de un grande… Y los hinchas, claro, volvieron a vivir esa desazón al observar un porvenir carente de sentido. Esta vez no hubo milagro en el Monumental: River le ganó fácil por 3-1 y el CASLA se sigue hundiendo en la Liga Profesional.

Como se esperaba, el Millonario salió a ser protagonista y forzar el error de un San Lorenzo que acostumbra a esperar y buscar la contra, sobre todo cuando sale del Nuevo Gasómetro. Pero después de una tapada de Torrico a Rollheiser, la única que tuvo el local en el primer cuarto de hora, el que encontró premio fue el equipo de Montero. Casi de casualidad: de un lateral.

El Ciclón tuvo dos jugadas previas en las que Herrera había jugado largo y la defensa de River había mostrado desacoples defensivos. En la tercera, a los 20, el Yacaré probó la misma fórmula, la pelota sobró, Uvita Fernández la limpió y Fernández Mercau metió un zurdazo cruzado lejos de Armani. Golazo. Pero fue lo único que hizo el equipo de Montero en esa primera mitad.

El empate llegó 10 minutos más tarde. Flores salió a cortar alto, pero Simón le metió un pase (con caño incluido al juvenil) a Álvarez y el delantero, al que perseguía Zapata, definió de primera desde afuera del área, bien lejos del alcance de Torrico. El final fue un monólogo del local, que contó con dos situaciones claras de dar vuelta el partido, pero primero el Cóndor descolgó un cabezazo de Palavecino y después un unipersonal de Álvarez terminó yéndose cerca del palo.

san lorenzo de almagro
Barrios durante el partido en el Monumental.

El dominio de River en el segundo tiempo fue abrumador. No había llegado claro salvo un cabezazo de Rojas, pero el gol iba a llegar por decantación. Tardaron 20 minutos los de Gallardo: pase filtrado de Simón a Palavecino, que entró al área por sorpresa, tapó Torrico pero el rebote favoreció a Álvarez, que definió con el arco a su merced.

Montero, que veía cómo el local se le venía encima, movió el banco con modificaciones que no cambiaron la ecuación. En desventaja. Tarde. Entró Martegani por Barrios y más tarde Ortigoza y Palacios por Herrera y Sabella. Y San Lorenzo empujó hasta ahí. Por inercia nomás. Sin ideas. Con la pálida imagen que se viene repitiendo en esta Liga Profesional.

En medio del toqueteo intrascendente, Carrascal fusiló q Torrico, que la paró con el pecho, pero después el Cóndor salió a cortar tarde y Álvarez definió entre sus piernas para marcar el tercero. Partido liquidado, como el ciclo de Montero, que a solo cuatro meses de su asunción parece tener los días contados en Boedo.