Triunfazo de San Lorenzo en una cancha siempre difícil, ante ese rival que siempre le complicó la vida. Bajo ese “vamos por todo” que esbozó Monarriz en la previa, el Ciclón lo jugó con dientes apretados y le ganó 1-0 a River en el Monumental con un tremendo golazo del Tanque Gaich.
El dominio de River en el arranque fue total. San Lorenzo, replegado, no pudo cruzar la mitad de la cancha. El local tuvo más tiempo la pelota, pero la primera posibilidad clara fue del Ciclón y Gaich facturó. Después de hacer pasar de largo a Pinola y enganchar ante Casco, la pelota le pega en su pie izquierdo y se la deja acomodada para que saque el bombazo de derecha. Le rompió el arco a Armani. Golazo del Tanque.
A partir de ahí, River volvió a dominar, pero se disolvía en la puerta del área. San Lorenzo jugó largo para lastimar en la réplica con las corridas de Gaich, tuvo un disparo de Juan Ramírez que tapó abajo Armani y casi Gonzalo amrca el segundo de pelota parada. De tanto que fue, el local encontró un penal de Herrera a Casco (que venía de una posición adelantada), pero Torrico, como en sus mejores momentos, le tapó la definición a Borré. Después, cada vez que lo llamaron, el Cóndor respondió.
El complemento continuó con la misma tónica. El Millonario iba, pero San Lorenzo le cerraba los caminos. Sin embargo, llegó otro momento clave en el partido: desborde de Suárez, centro atrás, De La Cruz llega a la pelota y Herrera (otra vez) se lo lleva puesto. Esta vez pateó Quintero, Torrico acertó el palo y el remate fue tan ajustado que dio en el palo y terminó yéndose afuera.
Replegado y bien parado, Angel Romero fue fundamental para tratar de mantener la pelota lejos del arco azulgrana. De contra, el mellizo estrelló la pelota en el travesaño cuando se la quiso pasar para que define el Tanque y como a River no le salía nada, se calentó. Primero Palacios le entró feo al paraguayo y después hizo lo mismo De La Cruz. Eso sí, pese a que Menossi tuvo el segundo, Torrico tuvo que aparecer otra vez en el descuento para ahogarle el festejo a Martínez Cuarta y después a Pratto para terminar una noche inolvidable, donde terminó con una racha eterna sin ganar en el Monumental.