San Lorenzo festejó la clásica victoria contra Huracán, pero ahora ya está metido en el próximo compromiso: este martes desde las 16.30 visitará a Godoy Cruz con el objetivo de sumar su segundo triunfo en fila. Y antes de partir a Mendoza, el que habló del presente azulgrana fue el director técnico Rubén Darío Insúa.
“Empezamos nuevamente a preparar un partido con muy poco tiempo, pero estamos en iguales condiciones que el rival que también jugó el día sábado. Se viene una seguidilla que implica un gran desgaste y tratamos de recuperar sobre todo a quienes jugaron 90 minutos. Estamos preparados para competir en estas condiciones”, comentó en pleno Aeroparque.
Respecto a las bajas que sufrirá el Ciclón frente al Tomba, afirmó: “Gattoni no va a poder estar por llegar a la quinta amarilla. Elías tampoco por indicación médica, tuvo un golpe en la cabeza y por precaución se va a quedar en Buenos Aires. Después veremos esta noche, Barrios terminó con un golpe en la zona intercostal y Méndez se acalambró. Salvo los dos primeros, el resto estará bien“.
Consultado por los objetivos en la recta final del torneo, avisó que “desde que empezó el torneo el partido que viene es el más importante” y volvió a remarcar el camino que viene haciendo para que San Lorenzo “el año próximo vuelva a ser campeón”. “Primero reconstruir el plantel, que lo hemos hecho con cierta dosis de ingenio, y después conseguir que el equipo sea medianamente competitivo“, afirmó.
Sobre el final le preguntaron si la camiseta negra que utilizó contra Huracán seguirá estando en el look para dirigir. “Como me hace la valija mi familia todavía no lo revisé. Después me fijaré“, dijo. “¿Es histórica?”, le preguntó un periodista. A lo que el Gallego respondió: “No es para tanto, por ahora es un partido nada más“. Cuando se la compararon con aquella camisa marrón que utilizó en la Sudamericana 2002, cerró: “Hay que tener paciencia para comparar”.