La era de Miguel Ángel Russo en San Lorenzo está virtualmente cerrada, pero aún quedan detalles por resolver. Esta mañana, el entrenador se presentó en la Ciudad Deportiva para despedirse del plantel profesional, en lo que fue su último contacto con los jugadores antes de abandonar el cargo. Si bien el equipo estaba citado a las 9 para comenzar a preparar el cruce con Quilmes por Copa Argentina, la práctica finalmente no se llevó a cabo porque ese encuentro, previsto para el 4 de junio, será postergado para 1 de julio.
Durante el encuentro, Russo habló con todo el plantel y también se tomó el tiempo de despedirse de los empleados del club. Más tarde, mantuvo una charla a solas con los referentes del equipo, a quienes les dio algunas explicaciones adicionales sobre su decisión. En un clima de respeto y cordialidad, el entrenador puso punto final a un ciclo que ya estaba sentenciado desde la caída ante Platense en semifinales del Torneo Apertura.
Cerca de las 10 de la mañana, los futbolistas comenzaron a retirarse del predio porque quedaron licenciados. Sin embargo, Russo permaneció en el club. Todavía queda un tema importante por resolver: su desvinculación. Aunque presentó su renuncia y tiene decidido asumir en Boca, desde San Lorenzo buscan un resarcimiento económico por los seis meses de contrato que aún le restan (vigente hasta diciembre). Por eso, el club no le firmará la rescisión hasta alcanzar un acuerdo económico.
Por ahora, la salida del DT aún no fue oficializada por San Lorenzo. Recién lo harán cuando se definan todos los términos de la desvinculación. Mientras tanto, el ciclo de Russo ya es historia. Solo resta sellar el final.
