Miguel Ángel Russo le presentó su renuncia a Julio Lopardo y puso fin a su etapa como técnico azulgrana. Aunque su salida ya estaba confirmada desde la tarde del lunes y su llegada a Boca es inminente, el club todavía no lo anunció oficialmente. ¿El motivo? No hay acuerdo para destrabar su salida: San Lorenzo quiere discutir las condiciones antes de firmar la rescisión del contrato que lo vinculaba hasta diciembre.
Desde la dirigencia remarcan que, si bien Russo decidió irse, el club no va a liberar su ficha sin un resarcimiento económico. En estos días, incluso, le fueron abonados sueldos atrasados con la idea de no quedar expuestos ante una eventual salida unilateral. Por eso ahora, en Boedo, esperan una compensación por los seis meses que le quedaban de contrato.
Del otro lado, desde el entorno del entrenador aseguran que la parte económica ya está “encaminada” y que la desvinculación se resolverá sin conflicto. Pero en San Lorenzo insisten con que aún no hay acuerdo cerrado y que, incluso, no se hará oficial la salida hasta que no esté todo firmado. Hasta ese momento, Russo sigue siendo el DT en los papeles, aunque ya no dirigirá más.
Mientras tanto, los jugadores están citados para volver a entrenarse este martes en la Ciudad Deportiva a pesar que el partido de Copa Argentina podría cambiar de fecha, y Russo se presentará por última vez en el predio para despedirse del plantel. Así se termina un ciclo que devolvió algo de competitividad en medio del caos dirigencial, pero que se resolvió en el momento menos indicado: antes de una semifinal y ocultando verdades que dejan mal parado al DT.
