La crisis en San Lorenzo sigue profundizándose. En medio de los conflictos dirigenciales, los problemas financieros y los reclamos internos por sueldos impagos, el club de Boedo volvió a ser sancionado por la FIFA, que oficializó dos nuevas inhibiciones en las últimas horas.
Dos nuevas sanciones y un panorama cada vez más crítico
Con estas incorporaciones al listado, el Ciclón ya acumula 14 inhibiciones activas, la mayoría registradas con carácter indefinido, lo que significa que no podrá incorporar jugadores en el próximo mercado de pases hasta que las levante en su totalidad.
Si bien todavía no trascendieron los detalles sobre estos nuevos casos, la deuda global del club rondaría los 3 millones de dólares, sumando las inhibiciones previas, los compromisos con distintos futbolistas y la amenaza latente del fondo suizo, que exige un pago cercano a los 5 millones.
Los reclamos que golpean a Boedo
Entre los reclamos que enfrenta San Lorenzo se destacan varios nombres y clubes. El Torito Rodríguez reclama por incumplimientos en la refinanciación de su contrato. El Pachuca de México reclama el pago de una parte de la compra de Adam Bareiro, mientras que el Austin FC de la MLS exige la deuda pendiente por el pase de Jhohan Romaña.
A eso se suman otros casos que aún no fueron difundidos oficialmente, como los de Diego Herazo, por derechos formativos, y Rafael Pérez, que también tendría reclamos asociados al mecanismo de solidaridad con los clubes por los que pasó antes de llegar a Boedo.
La dirigencia, que había decidido no destinar fondos a levantar inhibiciones para priorizar el pago de sueldos y gastos administrativos, tampoco logró cumplir con ese objetivo. De hecho, hasta hace 24 horas los jugadores reclamaban por sueldos impagos y condiciones laborales dignas, una situación que deja en evidencia el caos económico que atraviesa la institución.
Con este panorama, San Lorenzo deberá resolver las 14 inhibiciones si quiere reforzarse en el próximo mercado. De lo contrario, el club quedará bloqueado para incorporar y enfrentará otra vez un año con un plantel limitado y una crisis que ya desborda lo deportivo.
