En el primer partido del ciclo se pudieron observar algunas características bien puntuales que tendrá este San Lorenzo de Pedro Troglio. La primera virtud que consiguió el técnico es que a este Ciclón no le van a ganar en actitud y defensivamente parece firme. Pero sí le sigue faltando juego. Tuvo dos tiempos totalmente distintos. Por momentos lo sufrió y en otros jugó mejor. Fue de menor a mayor y el empate, por ser el debut, le sentó bien en el Florencio Sola.
El Ciclón salió sin complejos, con la clara intención a tratar de disputarle la tenencia de la pelota al local. El dominio arrancó repartido, pero sin situaciones claras de gol. Sin embargo, el equipo de Dabove se fue asentando, creció con el correr de los minutos, parecía tener un par de marchas más que el de Troglio y fue claro dominador de la primera mitad.
Torrico tuvo dos tapadas clave: primero manoteó un centro de Álvarez que se metía al segundo palo y sobre el final le ahogó un grito a Urzi. Galoppo también tuvo una clarísima de cabeza y Quinteros metió un tiro libre cerca del palo. A San Lorenzo le costó. Fernández Mercau no se halló en el doble 5. Bareiro quedó muy separado de los demás. Y, claro, así no llegó al arco de Bologna.
Sin tanto juego pero con mucha actitud, un sello que imprimió el DT durante los amistosos del verano, San Lorenzo reaccionó en el complemento. Empezó a agarrar la pelota, se paró unos metros más adelante y tuvo su primera clara después de una buena pared entre Fernández Mercau y Centurión que terminó en un remate cruzado del zurdo despejado por Bologna al córner.
El Ciclón siguió dominando, planchó el partido pero le faltó crear situaciones de gol. En eso, Troglio aprovechó la lesión de Peruzzi, al que Romero le pegó un rodillazo desde atrás y Delfino como toda la noche obvió la amarilla, para mover el banco. Luján ingresó en lugar de Gino, Braida por Cerutti y Martegani por Bareiro.
De un momento para el otro, el local volvió a agarrar la pelota, encontró algunos espacios por las bandas y complicó. Romero la tuvo sobre el final con un disparo que pasó cerca del palo derecho del Cóndor, pero los minutos se diluyeron entre la intensidad y las ganas de unos y otros. Fue empate. Y punto de partida para el Ciclón de Troglio.