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San Lorenzo, eliminado con escándalo en Santiago: un penal inventado, una roja absurda y bronca total

San Lorenzo cayó 2-1 ante Central Córdoba y quedó afuera del Torneo Clausura en un partido marcado por fallos arbitrales insólitos.

San Lorenzo quedó eliminado del Torneo Clausura en los octavos de final tras caer 2-1 ante Central Córdoba, en un partido que cambió por completo a partir de decisiones arbitrales inexplicables. El equipo de Damián Ayude, lleno de juveniles, había hecho un gran desgaste, se puso en ventaja en la última jugada del primer tiempo y estaba en partido, pero entre el VAR, Lucas Novelli, el juez principal Nazareno Arasa y una serie de fallos que desvirtuaron el encuentro, terminó despidiéndose con bronca, impotencia y la sensación de que le arrancaron un partido que estaba para pelear.

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Gulli apareció en el final y cambió un primer tiempo parejo en Santiago

San Lorenzo salió a jugar en Santiago con la idea clara de apretar arriba desde el primer minuto. Y de hecho, lo logró en la primera acción del partido: una buena combinación entre Gulli, Báez y Cuello terminó en la primera aproximación azulgrana. Pero ese arranque intenso duró poco. Con el correr de los minutos, Central Córdoba se acomodó, empezó a manejar la pelota y encontró profundidad a partir de una corrida de Perelló, que definió cruzado y obligó a Orlando Gill a intervenir con seguridad.

A partir de esa jugada, el local tomó confianza y manejó mejor los tiempos del partido. El Ciclón, en cambio, quedó atrapado entre altibajos y un campo de juego que no ayudaba: la pelota picaba mal, se jugaba en largo y tuvo varios problemas en la salida, tardando dos tiempos en controlar cada pelota. El Ferroviario tampoco generó situaciones de peligro claro, pero sí insinuó más y merodeó el área con mayor decisión que el conjunto visitante.

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El primer tiempo parecía condenado a un 0-0 sin brillo… hasta el cachetazo final de San Lorenzo. A segundos del cierre, Romaña recuperó en mitad de cancha, rompió líneas hacia adelante y asistió a Gulli, que apenas acomodó el cuerpo y sacó un zurdazo espectacular al ángulo derecho de Aguerre. Golazo, festejo azulgrana y una imagen totalmente distinta para cerrar la etapa: un San Lorenzo que, sin haber jugado bien, encontró el golpe justo en la última jugada gracias a la potencia del colombiano y la gran definición del juvenil.

Un penal insólito, una roja inventada y un partido que se rompió para siempre

El complemento empezó con otra energía. Central Córdoba salió decidido a llevárselo puesto, empujó al Ciclón contra su arco y tuvo una clarísima con Veraldo apenas iniciado el segundo tiempo. San Lorenzo resistió como pudo, pero la temperatura del encuentro cambió para siempre a partir de los 20 minutos.

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Tras sujeción mínima de Peruzzi a Veraldo que terminó en un disparo de Perelló desviado, todo empezó a cambiar. ¿Por qué? Desde el VAR, Novelli llamó a Arasa para revisar la acción. No había agarrón decisivo; ambos jugadores caen producto del contacto normal. Sin embargo, el árbitro inventó un penal que no existió. Papelón monumental. Veraldo lo cambió por gol y el partido se puso 1-1.

San Lorenzo todavía no terminaba de asimilar el empate cuando llegó el segundo mazazo: la expulsión escandalosa de Romaña. El colombiano ganaba el mano a mano a Perelló en un costado, se pusieron cara a cara antes del lateral, pero el delantero rival simula una agresión y Arasa le muestra la segunda amarilla. La primera se la había sacado en la jugada del VAR por protestar. Otro error grosero. Otra vez, el daño para San Lorenzo.

Con uno menos, cansado y herido, el equipo igualmente puso el pecho. Los pibes, fundidos, siguieron corriendo como podían. Parecía que los 90’ se irían al alargue, pero en el primer minuto de descuento llegó el golpe final: un centro atrás y Florentín, entrando de frente, la clavó lejos del palo derecho de Gill para el 2-1 definitivo.

En el cierre, se sumó otra: Neri Domínguez, que había entrado para armar la línea de cuatro, pisó por pura calentura a un rival en una contra y San Lorenzo terminó con nueve. El equipo fue, empujó como pudo, pero ya no alcanzó.

El Ciclón cayó en Santiago, sí, ante un Central Córdoba que hizo su partido. Pero la eliminación deja un sabor amargo, muy amargo: Arasa, Novelli, el VAR y una serie de decisiones insostenibles condicionaron un duelo clave, en medio de la intervención política de la AFA y el desgobierno dirigencial que atraviesa al club.

San Lorenzo quedó afuera, pero se fue con la frente alta. Otros deberán dar explicaciones.

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