Paolo Montero está en la cuerda floja y ésta, tal vez, sea su última oportunidad en San Lorenzo. Sabe que se juega mucho más que tres puntos este lunes, cuando enfrente a Patronato (16.45) en el Nuevo Gasómetro, después de que su equipo haya perdido los últimos cuatro partidos y mostrado un flojísimo nivel, tanto futbolístico como actitudinal.
Para cortar con la racha negativa, el DT mete cambios. Muchos cambios. Esta vez, para tratar de volver al triunfo deja de lado la línea de cinco defensores con la que jugó ante Estudiantes y manda tres jugadores atrás: jugará con un inédito 3-4-2-1. Será el tercer dibujo táctico que dispone desde su llegada, ya que de la primera a la sexta fecha (con Talleres) jugaba con cuatro en el fondo.
Con el esquema definido, también realizó cinco modificaciones en relación al equipo que jugó en La Plata. Atrás ingresa Peruzzi por Gattoni. En la mitad de la cancha Ortigoza por Torito Rodríguez, Rosané por Jalíl Elías y el juvenil Fernández Mercau por Bruno Pittón. Más adelante, el que entra por primera vez en el 11 inicial es Pocho Cerutti en reemplazo de Alexis Sabella.
De esta manera, con nuevo cambio de sistema y casi medio equipo afuera de un partido al otro, Montero se juega una de sus últimas fichas con Sebastián Torrico; Gino Peruzzi, Alejandro Donatti, Cristian Zapata; Andrés Herrera, Néstor Ortigoza, Siro Rosané, Nicolás Fernández Mercau; Ezequiel Cerutti, Nicolás Fernández; y Franco Di Santo.