San Lorenzo mostró carácter y amor propio en el Polideportivo Roberto Pando, pero terminó pagando caro un primer tiempo para el olvido y perdió 89-81 frente a Obras Basket. El equipo dirigido por Sebastián Burtín peleó desde muy abajo, protagonizó una remontada que ilusionó a todos, pero no logró completar la hazaña.
El inicio fue engañoso. San Lorenzo arrancó bien en el primer cuarto, pero con el correr de los minutos el Tachero pasó por arriba al Ciclón y cerró el parcial con una diferencia contundente: 33-17. En el segundo cuarto, la historia se profundizó aún más. El conjunto de Núñez dominó en ambos costados de la cancha y se fue al descanso con una ventaja impactante: 63-33, dejando la sensación de partido definido.
Sin embargo, tras el entretiempo apareció otra versión de San Lorenzo. En el tercer cuarto comenzó la reacción: pese a que Obras llegó a estirar la diferencia a 33, el Ciclón ajustó en defensa y logró recortar a 15, reabriendo un partido que parecía sentenciado.
El último cuarto fue notable. San Lorenzo jugó un período casi perfecto, maniató a Obras —que apenas anotó cuatro puntos— y llegó a ponerse a solo seis de diferencia, cuando nadie lo esperaba. La remontada no alcanzó, pero el esfuerzo fue reconocido con una lluvia de aplausos desde las tribunas del Pando.
Con este resultado, el Ciclón quedó con un récord de 5 triunfos y 10 derrotas, ubicado en el puesto 15 de la Liga Nacional, cerrando un año complejo y con la mirada puesta en una necesaria recuperación en 2026, que comenzará el 6 de enero como visitante de Olímpico de La Banda.
