Los nuevos dirigentes de San Lorenzo conviven con una certeza inapelable: para poder incorporar en el mercado necesitan levantar la inhibición que pesa sobre la FIFA. Pero además saben que en cualquier momento pueden caer otros reclamos y van a necesitar cancelar varias deudas heredadas de la gestión anterior. En ese contexto, apareció Talleres de Córdoba.
¿Qué pidieron los cordobeses? Que les paguen el pase de Rafa Pérez, el colombiano que acaba de marcharse de Boedo por, justamente, falta de pago. En enero de 2023, el Ciclón se comprometió a pagar su ficha en 700.000 dólares y, como solía ser una práctica habitual en la dirigencia saliente, apenas se abonó una parte del pase.
Esta era una situación conocida por Marcelo Moretti, quien ya lo había anticipado días después de haber asumido como presidente: “Se le debe casi medio millón de dólares a Talleres por Pérez, porque la gente que se fue no pagó ni siquiera eso”. A partir de ahí, el reclamo de la T y la solución que encontraron para, de alguna manera, saldar ese monto impago.
Talleres “compró” la mitad del pase de Luis Sequeira
En la negociación por la llegada de Rafa Pérez a San Lorenzo entró el juvenil Luis Sequeira, a quien Rubén Insua no iba a tener en consideración. El volante ofensivo, que cumplirá 21 años el próximo lunes, partió con destino a Córdoba a préstamo, sin cargo y con una opción de compra de un millón de dólares por la totalidad de su ficha que, en principio, Talleres no iba a ejecutarla.
Sin embargo, ante los continuos reclamos de la T para que el CASLA le pague el pase del colombiano y el sí de su nuevo técnico, Walter Ribonetto, se pudieron de acuerdo y le entregaron el 50% del pase del juvenil a cambio de la deuda. Con todo arreglado, Sequeira volvió a entrenarse con el equipo Albiazul y San Lorenzo, obviamente, perdió la mitad de la ficha del jugador.
