Fue un San Lorenzo modesto, práctico y comprometido que, por fin, se llevó un mimo de los hinchas, que despidieron al equipo con aplausos cerrados y el ‘vamos, vamos los pibes’ que se viene haciendo costumbre. Una victoria necesaria como el agua para cortar la racha negativa ante un Godoy Cruz que venía bien pero se sintió incómodo en el Nuevo Gasómetro.
Hubo un Ciclón bastante más ameno para ver en los primeros 45 minutos. Con sus limitaciones y en un 4-4-2 que parece sentarle más cómodo al equipo, los de Monarriz y Di Leo tuvieron sus mejores momentos, sobre todo porque cuidó más la pelota y prácticamente no sufrió al Tomba más allá de una buena jugada preparada que Badaloni no pudo resolver abajo del arco.
Lo más destacado de San Lorenzo estuvo en Uvita Fernández. El ex Defensa fue lo más peligroso del ataque siendo protagonista de las dos jugadas de gol: primero falló un mano a mano con Espínola pero después robó en la salida del visitante, asistió rápido a Di Santo y el 9 definió cruzado para el 1-0. También fue un gran primer tiempo de Zapata y uno muy flojo de Ortigoza, que se mostró bastante impreciso.
#LPFxTNTsports | ¡La jerarquía del 9! Franco Di Santo recibió un gran pase de Uvita Fernández, se metió en el área tras el control y metió un derechazo cruzado imposible para Espínola. Gana 1-0 el Ciclón. pic.twitter.com/Arw6PCgi7r
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) October 31, 2021
En el complemento San Lorenzo se refugió en la ventaja, se paró bien en el fondo y cedió terreno. Godoy Cruz la tuvo más pero el asunto es que le faltó peso en el área. Intentó, pero casi nunca puso en aprietos a Torrico. El Cóndor tapó abajo un bombazo a Matías Ramírez y después, el propio volante mendocino, no pudo resolver abajo del arco por un tremendo cruce de Francisco Flores, que mostró una versión mejorada. Poco más del Tomba.
Entre las cosas para destacar de ese segundo tiempo, aparece la solidez defensiva con Yeison Gordillo como estandarte. En lo ofensivo fue flojo: un tiro libre de Uvita que pasó rozando el palo derecho de Espínola y un disparo de Sabella sobre el final, cuando San Lorenzo parecía que si acertaba alguna contra podía cerrar con una diferencia más holgada.