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San Lorenzo le ganó con lo justo a Independiente de Chivilcoy, pasó de fase y tomó aire

El Ciclón superó por 1-0 al conjunto del Federal A con un gol de Tarragona. No jugó bien el equipo de Insua, que sigue en la Copa Argentina y espera por Tigre o Chacarita.

San Lorenzo estaba obligado a ganar. Y ganó. Sin sobrarle nada consiguió avanzar en la Copa Argentina en su único remate al arco del partido. La situación no cambió mucho. Futbolísticamente no hubo diferencias entre un equipo y otro. Los dirigidos por Insua tuvieron la iniciativa, pero fueron con pocas ideas y terminaron repartiéndose el dominio con Independiente de Chivilcoy, un rival dos categorías abajo en lo deportivo, que cerró un papel más que digno.

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Es cierto que el Ciclón fue el que el que propuso, el único que procuró tener un rol protagónico. Vamos, lo normal por las diferencias de categorías y el rodaje con el que viene cada uno: el CASLA con siete partidos encima y los del Federal A en su presentación oficial en el año. Sin embargo, el primer tiempo del equipo de Insua fue a tono con lo que viene mostrando a lo largo de la Copa de la Liga: lento, sin cambio de ritmo, impreciso y sin trascender más allá de sus intenciones.

San Lorenzo generó muy poco de cara al arco rival. El Perrito Barrios fue el único que trató desnivelar con su cambio de ritmo, pero le faltaron socios. Y al ser un equipo inconexo, abusó del pelotazo largo y los centros a Bareiro y Herazo. Así, sin factor sorpresa, generó más bostezos que ocasiones de gol en los 45′ iniciales. De hecho, lo mejor llegó en el tercer minuto de descuento, con un cabezazo de Nicolás Hernández que pasó cerca del travesaño. Altamirano apenas se exigió en un remate cruzado en una contra que Independiente pudo sacar promediando la primera etapa.

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El Gallego Insua trató de buscar una reacción con los cambios, pero los ingresos de Braida, Medina y Tarragona por Hernández, Tapia y Herazo no venían siendo suficientes para cambiar la ecuación en la segunda etapa. Y cuando el partido se estancaba y era muy chato, un centro sin destino de Leguizamón que despejó Aquino se la dejó servida en la puerta del área grande a Tarragona, que controló y sacó derechazo ajustado para el 1-0 y su primer gol con la camiseta azulgrana.

La media hora final fue para el olvido. San Lorenzo se retrasó e intentó buscar alguna contra para liquidar el pleito. Independiente trató de empujar como pudo y tuvo una chance clara para empardar recién al minuto 90, cuando Altamirano reaccionó bien ante un potente disparo de Robledo. ¿Lo mejor? La fiesta que armaron los Cuervos en las tribunas de la cancha de Quilmes. Adentro, claro, no pasó demasiado más que el resultado a favor que evitará algunos dolores de cabeza momentáneos por Boedo.

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