A la espera de la firma, para que Iker Muniain pueda jugar en San Lorenzo la dirigencia primero tiene que levantar dos inhibiciones. En la última semana se conoció recibió dos nuevas prohibiciones de incorporar por parte de la FIFA producto del incumplimiento en los pagos que había acordado con dos jugadores. Pero la buena noticia es que este jueves quedó casi todo listo: logró saldar una de ellas y hay un principio de acuerdo por la otra.
La que pagó fue la de Fabricio Formiliano. El defensor uruguayo llegó en septiembre de 2023 a Boedo, no jugó ni un minuto y en enero se le rescindió el contrato que tenía duración hasta diciembre de este año. La salida se dio con la intención de liberar un cupo de extranjero por la llegada de Diego Herazo, pero como la dirigencia jamás cumplió con el plan de pagos que arregló en su momento, cayó la nueva inhibición.
Según afirman de Boedo, los 140.000 dólares (más intereses) que le debían al charrúa ya fueron depositados en su cuenta. Debido al primer incumplimiento, el charrúa no aceptó una nueva refinanciación y la CD tuvo que abonarle todo de contado. Ahora, para que quede levantada resta que el jugador le notifique a la FIFA que el pago ya está efectuado.
Por su parte, con Cristian Zapata hay un acuerdo de palabra. En su caso, San Lorenzo tiene que pagarle u$s 250.000 que el colombiano aceptó que se le salde en cuotas. Una vez se arreglen los últimos detalles, algo que en el club confían que será en las próximas horas, el colombiano también deberá avisarle al ente madre del fútbol mundial para que se levante el reclamo.
