Venía haciendo agua San Lorenzo, con un partido ganado de nueve, la misma cantidad de puntos cosechados y peleando por descontarle puntos a los primeros de tabla. Y eso pasó en el Nuevo Gasómetro. Porque el Ciclón, que fue de mayor a menor, le ganó a Sarmiento por una genialidad de Ferreira y la gente deliró, esperanzada con un mejor porvenir a la espera del postergado contra Godoy Cruz.
Fue un buen primer tiempo el del equipo de Insua, en el que debió haber hecho algún gol más. Mucho tuvo que ver que rompió el cero en los primeros minutos. A los 4′, Ferreira ejecutó un enorme tiro libre después de una falta que a él mismo le hicieron. Fue al palo de Monetti, que dio un paso en falso antes de la ejecución y fue silbado ante cada una de sus intervenciones. Así, San Lorenzo volvió a convertir en faltas directas después de tres años.
Con la tranquilidad del triunfo parcial, el Ciclón manejo los tiempos e hizo figura al arquero, que tapó dos pelotas bárbaras ante Bareiro, que no llegó a conectar bien tras un centro de Luján, y contra Giay, que enganchó y sacudió abajo, de zurda. El Príncipe, más tarde, volvió a avisar con un cabezazo al travesaño. Y sobre el final, una jugada insólita: en una contra a la salida de córner en defensa, Monetti le ahogó el grito primero al 11 y después a Giay.
EL CICLÓN PEGÓ PRIMERO 🔵🔴
Cristian Ferreira puso el tiro libre al palo de Monetti y anotó el 1-0 de San Lorenzo sobre Sarmiento#LPFxTNTSports pic.twitter.com/H7ligGnFtI
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) March 16, 2024
Cuando parecía que iba a tener una tarde más tranquila, San Lorenzo se complicó en el complemento. Se quedó, como supo pasarle a lo largo de esta Copa de la Liga. Y Sarmiento, que en primer tiempo no había llegado, se las ingenió como pudo para llevar peligro. Primero López cabeceó al lado del palo en una pelota que le sobró a Altamirano en un córner. Después Licha intentó pero hubo un cruce justo de Romaña y más tarde, en un pelotazo largo, otra vez el 13 debió intervenir para taparle el grito a Azcurra.
Lo mejor para el Ciclón fue que sobre el cierre del partido empezó a agarrar la pelota y jugar lejos de Altamirano. Fue de la mano de Barrios, el único que trató de hacer algo distinto con un par de individuales que levantaron a la gente, aunque sus remates se fueron altos. Entonces, más allá de algunas turbulencias, San Lorenzo se recuperó y consiguió lo más importante: volver a ganar, tomar algo de aire y que su gente pueda festejar.