Eliminado de la Copa Argentina, de la Copa Libertadores, de la Copa de la Liga y ahora de la Copa Sudamericana. Ya sin Diego Dabove en el banco. Con la incertidumbre de saber qué decisión tomarán los dirigentes en relación al nuevo entrenador… San Lorenzo padeció el semestre y el partido con Rosario Central otra una muestra gratis.
Con Romagnoli como interino, el Ciclón fue una brisa. Arrancó con buenas intenciones, pero con el correr de los minutos los errores del ciclo pasado, que se terminó hace nada, volvieron a repetirse. Impreciso sobre todo en la salida, donde la pelota no se puede perder. Así, Central llevó la iniciativa e intentó con disparos de afuera del área que no llegaban a complicar demasiado.
En eso, después de un cabezazo de Flores que pasó cerca del palo, casi de la nada San Lorenzo se encontró con la ventaja. Casi de casualidad, cuando Julián Palacios intentó buscar a Di Santo en el área y el mal cierre de Gastón Ávila venció la resistencia de Broun. Inexplicablemente, el 1-0 pareciera que le jugó en contra y el equipo se tiró atrás con una actitud extremadamente cuidadosa.
Los últimos 20 minutos de ese primer tiempo fueron un monólogo Canalla, que asfixió a San Lorenzo en la salida y estuvo demasiado cerca en varias oportunidades. ¿Cómo se explica, entonces, que no haya empatado? Por una mano salvadora de Torrico, un disparo de Ruben al palo y una salvada en la línea de Di Santo después de un cabezazo de Ávila.
En el complemento la postura del equipo del Pipi no cambió. Siguió replegado buscando una contra salvadora. Central siguió buscando, jugando en campo rival, amagando a concretar. Pero después de que Gamba la haya tirado por encima del travesaño, los horrores propios, los de San Lorenzo, claro, le allanaron el camino a los rosarinos.
Luego de un centro de Martínez, Gattoni quiso despejar y la terminó guardando en el arco de Torrico. Poco después del gol en contra del juvenil, Jalil Elías, que ya había entrado por Ramírez, regaló una pelota increíble en el fondo, Ruben pivoteó y dejó mano a mano Emiliano Vecchio, que definió a un costado del Cóndor para el 2-1 de la visita.
La respuesta de Romagnoli fueron las salidas de Uvita Fernández y Julián Palacios por Troyansky y Peralta Bauer, el juvenil que tuvo poquísimo rodaje en el último tiempo (podría quedar libre) y terminó siendo, al menos, metiéndole ganas en un momento difícil. Sacó una volea que desvió Broun y un cabezazo que también atrapó el arquero. Sobre el final, Oscar sacó un remate seco que terminó cerca del ángulo.
Con un punto sobre doce en juego, San Lorenzo terminó de sepultar sus últimas chances en la Copa Sudamericana y se dio una eliminación que puede ser la más merecida de todas. Ahora a jugar por nada. Todavía quedan dos partidos más para que se termine otro semestre desolador.