San Lorenzo volvió a tropezar. Cayó 1-0 frente a San Martín de San Juan en el Nuevo Gasómetro y la bronca estalló en las tribunas. El equipo de Damián Ayude mostró momentos de dominio, pero la falta de gol y de eficacia volvió a condenarlo. Cuando el partido se escapaba, la gente apuntó con todo contra Marcelo Moretti y la dirigencia, mientras coreaba su apoyo a los pibes en un cierre caliente que refleja el mal momento institucional del club.
San Lorenzo fue encontrando el rumbo con el correr de los minutos
En los primeros 45 minutos, San Lorenzo fue de menor a mayor. El arranque tuvo más confusión que claridad: San Martín de San Juan le jugó de igual a igual, firme en cada cruce y con la ambición de un equipo que no se achica. Durante ese tramo, los sanjuaninos ganaban la mayoría de las divididas y hasta generaron alguna aproximación peligrosa al arco de Facundo Altamirano.
Con el correr de los minutos, el equipo de Damián Ayude empezó a acomodarse. Recuperó la pelota, se afirmó en el mediocampo y empujó a su rival contra el arco. Lo tuvo Gastón Hernández, con un cabezazo bombeado tras un córner que pegó en el travesaño, y en el rebote López volvió a ganar de arriba, pero el arquero Borgogno la sacó en la línea. Fue el aviso más claro de un Ciclón que crecía.
Ya sobre el cierre, Ezequiel Cerutti probó desde afuera del área y otra vez el uno de San Martín respondió con una gran atajada para desviar al córner. San Lorenzo terminó mejor, dominando el cierre del primer tiempo y haciendo méritos como para irse al descanso en ventaja, aunque, claro, la falta de gol volvía a hacerse presente.
San Lorenzo lo buscó, pero volvió a quedarse con las manos vacías
En el complemento, San Lorenzo fue más que San Martín de San Juan, pero pecó de lo mismo de siempre: la falta de gol. Tuvo la iniciativa, el control del juego y la intención de ganarlo, pero le faltó la puntada final. Llegó, insistió y empujó, aunque cada intento parecía chocar contra un muro.
La más clara fue al inicio, cuando Tripichio erró un mano a mano tras un claro penal a Reali que Dóvalo y el VAR omitieron. ¿La otra buena? Herazo, promediando la segunda mitad, probó desde afuera del área y obligó a una gran tapada del arquero. Sobre la media hora era el mejor momento del Ciclón, que transmitía la sensación de que el gol podía estar al caer.
Sin embargo, en la primera jugada de peligro del rival, San Martín lo golpeó de lleno: falta innecesaria de Romaña, centro desde la izquierda y Pulpo González apareció solo, sin marca, para decretar de cabeza marcó el 1-0 que silenció al Nuevo Gasómetro.
Desde ahí, todo se derrumbó. San Lorenzo fue con más empuje que ideas, con más corazón que claridad, pero nunca volvió a generar peligro real. Sobre el final, el clima se cargó de bronca: la gente cantó contra Marcelo Moretti y la dirigencia, y respaldó a los pibes, apuntando a los verdaderos responsables del momento.
El Ciclón volvió a irse con las manos vacías, se complica en la Zona B y también en la tabla anual, y podría caer fuera de la zona de clasificación si los resultados no lo acompañan. Un golpe más en un torneo que se le hace cada vez más cuesta arriba.
