Haciendo un repaso de lo que fue la conferencia de prensa post 0-4 contra Central Córdoba, Diego Dabove se fue con demasiadas preocupaciones del Nuevo Gasómetro. Y no es para menos. El entrenador habló de falta de gol y situaciones de gol, de los problemas anímicos del equipo y, la frase que retumbó por Boedo, que está lejos de encontrar el once titular.
En todo este escenario, complejo por cierto, San Lorenzo regresó a los entrenamientos pensando nada menos que en el clásico del sábado frente a Huracán. En la mañana de este lunes, el DT organizó algunas actividades físicas y con pelota, pero por ahora no dio ningún indicio de los nombres que podría poner ante el Globo.
A cinco días de ese partido, está claro que el Ciclón necesita cambiar. Los rendimientos individuales en todas sus líneas estuvieron muy por debajo de lo esperado y el equipo recién intentó reaccionar, en vano, cuando estaba obligado a descontar. Algo parecido a lo que pasó contra Colón, dos semanas atrás.
En medio de tanta incertidumbre, aparecería en el horizonte la certeza de Yeison Gordillo. El colombiano tiene chances de hacer su debut en Boedo a pesar de que completó pocos entrenamientos desde su llegada de Tolima. Habilitado por AFA tras la suspensión que sufrió con su ex club, todas las fichas están puestas en que sea el reemplazante del Torito Rodríguez en la mitad de la cancha.
Y ojo. Porque además se juega mucho en poco tiempo: después del clásico de barrio también aparece el mano a mano con la Universidad de Chile, un cruce que definirá el futuro continental de San Lorenzo en el 2021. ¿Podrá Dabove y sus dirigidos revertir este nuevo momento crítico del Ciclón?