Después del empate con Gimnasia, con un penal clarísimo no cobrado en el cierre del partido, San Lorenzo regresó a los entrenamientos en la tarde de este lunes en la Ciudad Deportiva. El plantel todavía mastica la bronca por la injusticia arbitral, más aún con la insólita explicación de Nicolás Lamolina y el VAR encabezado por Salomé Di Iorio. Pero la rutina continúa.
Luego del día libre, el grupo que fue titular en el Nuevo Gasómetro realizó tareas regenerativas, mientras que el resto llevó a cabo una práctica de fútbol reducido bajo la mirada de Damián Ayude. El próximo objetivo ya está marcado: el domingo a las 20.45 contra River en el Monumental, por la tercera fecha del Torneo Clausura.
Aunque todavía falta mucho para el encuentro, en Boedo no se esperan grandes modificaciones en el equipo. El entrenador quedó conforme con el rendimiento general en estas primeras dos jornadas, sobre todo con el mediocampo, que comienza a asentarse con el tridente conformado Nicolás Tripichio- Nacho Perruzzi- Manu Insaurralde como ejes del equipo.
La principal incógnita podría pasar por el ataque. El flojo nivel de Andrés Vombergar en las últimas presentaciones y las características del rival de turno, que suele dejar espacios atrás, podrían empujar a Ayude a evaluar un cambio de perfil arriba. ¿Un delantero más rápido para salir de contra en Núñez?
Es prematuro para sacar conclusiones. Será una semana larga de trabajo y recién con el correr de los días comenzará a definirse el equipo que buscará dar el golpe en cancha de River.
