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Desahogo azulgrana

Que viene Pellegrino, que no llega nadie. Que el trinomio técnico se va, que se queda. San Lorenzo tuvo una semana difícil tras la salida de Diego Monarriz, pero en la cancha encontró algo de oxígeno. Le ganó como visitante 3-1 a Aldosivi en un partido en el que fue práctico y supo golpear en los momentos justos.

La primera parte fue tal cual se imaginó San Lorenzo. Porque el local dispuso de la pelota en el inicio e intentó llevárselo puesto, pero de a poco los dirigidos por Hugo Tocalli y Pipi Romagnoli, que hizo las veces de ayudante de campo, se fue acomodando y el gol de Bruno Pittón, de cabeza, facilitó la tarea del equipo y el desarrollo del juego.

Bien plantado en el fondo, buscó liquidarlo de contra. Aldosivi manejó la pelota aunque sin profundidad, y nunca pudo entrarle a un Ciclón concentrado, que cuidó la ventaja y a pesar de que tuvo chances para ampliar el resultado a través de una buena individual de Nacho Piatti y una escalada de Herrera, se fue al descanso ganando por la mínima.

En el complemento, pese a que San Lorenzo aumentó la ventaja temprano a través del Tanque Gaich (con una ayudita del arquero Pocrnjic), el Tiburón volvió a ponerse en partido rápidamente por Bertoglio, que se filtró en medio de un desajuste defensivo y definió un mano a mano para descontar.

Desde ese momento, el freno de mano se notó. Bien plantado con las dos líneas de cuatro, al punto que por momentos, salvo un cabezazo de Herrera, se olvidó de ir detrás de ampliar un resultado demasiado corto y riesgoso. Eso sí, pese a los intentos del final, los de Mar del Plata tampoco tuvieron chances de peligro para igualar las acciones, es cierto. Y encima,