Tan cortado como polémico el primer tiempo. A San Lorenzo le costó asumir el protagonismo del juego y por eso las más claras fueron pocas, y siempre con el protagonismo excluyente de Martínez Beligoy y el VAR. Bustos había abierto el marcador a los 18, pero el árbitro fue llamado por José Carreras y anuló el 1-0 por considerar que fue mano de Cuello en la previa a recibir la pelota de Chila Gómez.
Sin embargo, minutos después, el ex Almagro se escapó, encaró al área y fue cargado por Núñez en la espalda. Penal para Boedo que Muniain, que jugaba su primer partido como titular, cambiaba por gol. Pero había más. En tiempo de descuento, mano deliberada de Luján vía VAR y Sepúlveda, también desde los 12 pasos, lo empató. Y cuando se terminaba la primera parte, segunda amarilla para Núñez y Banfield se quedaba con 10.
Obligado por las circunstancias, San Lorenzo se plantó mejor y más adelante en el inicio del complemento. Y tuvo sus frutos después de una enorme jugada colectiva: media vuelta de Bustos en la mitad de la cancha, Cerutti mandó el centro atrás y Muniain metió una definición suave a la carrera para el segundo de su cuenta personal. Pero todo lo que venía haciendo bien el equipo, se fue apagando insólitamente luego de la ventaja.
