Desde el posicionamiento y la posesión, la mayor parte del primer tiempo fue para el equipo de Romagnoli. En el mediocampo, Irala y Remedi manejaban el juego y el CASLA eligió atacar por la banda izquierda, con Braida siempre proyectándose. Pero más allá de la tenencia, la ventaja llegó de pelota parada: después de un córner, Campi le dio de derecha y la colocó lejos del alcance de Galíndez.
El Ciclón justificaba la victoria, tuvo su momento para ir a buscar aumentar la diferencia, pero no lo traducía en jugadas de peligro. Y ahí fue cuando el Globo, con poco, se fue animando y emparejando el trámite. Y a los 45′, el bandazo de agua fría: gran pegada de Alarcón, bien pegada al palo y lejos de Altamirano para el empate parcial. Cuando nadie lo esperaba, a San Lorenzo le tocaba barajar y dar de nuevo para la segunda mitad.
En el complemento el equipo del Pipi fue un manojo de nervios. En el inicio fue parejo. Pero con el correr de los minutos se fue descontrolando. Es cierto que la tuvo Cuello de arranque, nomás, cuando anticipó en el primer palo y le dio al costado de la red. Y también llegando al final, en la jugada que recibió de Leguizamón y, de frente le erró al arco. Pero Eric Ramírez también tuvo la suya pero desde el borde del área cabeceó desviado.
Con más empuje que lucidez, el Ciclón fue en busca de la victoria. Y pudo tenerla en la última con una palomita de Perruzzi que tapó Galíndez. Pero nada. No hubo caso: San Lorenzo empató 1-1 y sigue sin poder ganar en el campeonato. Y para el final, el grito de guerra contra los dirigentes…