San Lorenzo tenía una chance única para volver a sumar de a tres, pero no pudo ni supo cómo aprovecharlo. Jugó 70 minutos con un hombre de más en Avellaneda, pero apenas pudo complicar a Independiente, que se replegó y casi no sufrió sobresaltos con un equipo escaso de ideas. Empató 0 a 0, perdió dos puntos y sigue naufragando en el fondo de la Liga Profesional.
El primer tiempo tuvo solamente un tramo de dominio local. Fueron menos de 10 minutos, durante los cuales estuvo más preciso con la pelota. Y cuando el Ciclón empezó a emparejar, se encontró con que tenía que empezar a hacerse protagonista porque a los 17′ Álex Luna le metió un terrible planchazo a Braida y el Rojo se quedó con diez después que el VAR llame a Mastrángelo y el árbitro cambie amarilla por roja.
La expulsión le obsequió la oportunidad de recomponerse, pero no entendió cómo aprovecharla. Si bien San Lorenzo fue superior desde lo colectivo, la mayoría del tiempo fue constante en el envío de centros pasados o de pelotas al corazón del área que si no la rechazaban los centrales de Independiente eran fáciles para Rey. Con uno más, cerró la primera mitad sin uno remate al arco.
En el complemento siguió sin poder hacer pesar el hombre de más e incluso la tenencia estuvo algo más repartida en el arranque. En ese momento, Romagnoli interpretó que Barrios podía ser mejor alternativa para buscar el resultado y lo metió en lugar de Irala. Y el Perrito entró bien: de él nació el pase para el primer remate certero de San Lorenzo que derivó en la triple atajada de Rey, primero a Cuello, después a Vombergar y más tarde a Remedi.
Después de eso, poquito. San Lorenzo siguió buscando por los costados y con algunos intentos tibios siempre desviados. Independiente, agazapado para salir de contra, respondió y también hizo lucir a Altamirano, que metió un manotazo a mano cambiada para sacar una pelota del ángulo a Hidalgo, le atrapó bien otro disparo al pibe del Rojo y en tiempo de descuento capturó un cabezazo de Fedorco que podía dejarlo con las manos vacías.
Las estadísticas podrán ser frías pero son objetivas: los únicos tres tiros francos fueron en dos minutos. Poquitito. Por eso el empate no le sumó al equipo de Romagnoli, que volvió a dejar una sensación de inconsistencia preocupante más allá que a partir de hoy empezó a sumar alternativas con la habilitación de los refuerzos.