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San Lorenzo jugó un partidazo, empató en Brasil y selló su pasaje a octavos

El Ciclón jugó un gran partido ante Palmeiras, igualó 0 a 0 y logró la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores.

San Lorenzo jugó un partidazo y clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores. Sabía que con un punto se metía entre los mejores 16 y cumplió el objetivo con creces. Y bien que lo consiguió. Empató sin goles con el superpoderoso Palmeiras en Brasil y logró el pasaje en el cierre de la fase de grupos, ésa que tanto le costó en el inicio.

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El Ciclón mostró, desde el comienzo del partido, un nivel de intensidad y una dinámica tremenda. Priorizó juntar líneas para no asumir riesgos frente a los peligrosos delanteros rivales, tratando siempre de estar encima de la pelota, de presionar y que su rival no esté cómodo. En este escenario, Palmeiras no supo como entrarle y no inquietó a un Altamirano que ni siquiera salió a cortar centros.

Hubo un susto importante, sí. Fue a los 35′ cuando Gustavo Gómez cabeceó solo y la pelota se le coló al arquero azulgrana, pero el VAR lo anuló por posición adelantada del paraguayo. Y otro testazo, con menos riesgo, de Richard Ríos en el cierre. Entre medio, lo más peligroso fue para Boedo: Bareiro, que peleó como siempre todas, se la sacó a Moreno en la salida, aguantó hasta llegar al área rival y Remedi la quiso colocar tanto que la mandó por encima del travesaño.

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En el complemento, San Lorenzo jugó una gran media hora. Campi sacó todo en el fondo, Remedi fue una fiera en la mitad de la cancha, Braida incansable y Cuello y Bareiro aguantaron todo lo que pudieron. El ex Almagro, de hecho, tuvo la más clara con un cabezazo de pique al suelo que terminó en el techo del arco. Pero los quince minutos finales lo sufrió y apareció la figura de Altamirano.

El arquero, que volvía de la lesión, respondió sacándole un remate forzado a Endrick, también tapándole un cabezazo a Gómez y fue seguro, salvo un centro que le quedó pasado, en cada una de sus intervenciones. Sobre el cierre, también tuvo algo de fortuna cuando Campi quiso despejar con pierna cambiada y casi se cuela en el segundo palo del Ciclón.

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Así, después de sufrir y pensar que la Copa ya quedaba en el olvido, sobre todo por el flojo arranque que tuvo, San Lorenzo logró el punto que lo clasifica a los octavos de final y ahora peleará mano a mano con el que se venga.

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