El equipo de Russo arrancó más agresivo, ambicioso. Arce le ahogó el grito de gol a Braida, que había trepado y sacado un buen zurdazo para hacer lucir al arquero. Pero solo se quedó en eso. En una cancha que favorece el planteo riguroso del Malevo, hasta Muniain tuvo que raspar y plantarse. Esa lucha, con faltas y roces constantes como si cada pelota fuera la última, hicieron que el partido se corte demasiado y caiga en un pozo.
Recién sobre el final San Lorenzo volvió a generar cierto peligro. Fue otra vez Braida, que ahora sacó un buen derechazo de afuera del área para que Arce tenga que exigirse y mandarla al córner. Y tras el saque de esquina, un remate de Irala después de una buena triangulación en ataque. Por su parte, Riestra intentó con algunos centros que iban directo al corazón del área y asustó con un gol anulado a Antony Alonso por fuera de juego.
La segunda etapa fue casi un calco de la primera. Con un San Lorenzo con dominio en el inicio, pero sin ideas para poder llegar al área rival. Y fue Riestra, al final, el que inquietó a Gill con la pelota parada como principal arma, con una pelota que quedó boyando y Paz mandó al lado del palo izquierdo. Lo más clara del CASLA, justamente, tuvo como protagonista al defensor local, que intentó despejar un centro de Cerutti y dio en el travesaño.
Quizá la solidez defensiva y algunos chispazos de Muniain fueron los pocos aspectos positivos que se llevó Russo del Laza, donde el Malevo estiró a 19 partidos su invicto. Para San Lorenzo, si bien ya está clasificado y se mantiene bien posicionado pensando en los octavos del Apertura, el marcador final no suma si quiere terminar la zona lo más arriba posible.
