El equipo de Rubén Darío Insúa, quien todavía espera por la llegada de refuerzos más allá de la incorporación de Maroni, necesitaba un empujón para poder despegar luego de la victoria lograda en la fecha pasada contra Central Córdoba. Sin embargo, San Lorenzo no pudo encontrarle la vuelta al partido y empató con Tigre 1-1.
No pasaba nada en el Nuevo Gasómetro. Los equipos se repartían la pelota y ninguno de los dos se acercaba al arco contrario. Pero la ventaja del Matador llegó en la primera situación de riesgo del partido. De un lateral, Colidio encaró en diagonal y fue superando defensores, se la pasó a Blondel, que enganchó y definió esquinado, lejos del alcance de Batalla.
En desventaja, el equipo de Insúa intentó. Es cierto, pero no tuvo idea de cómo complicar y le costó pisar el área de la visita. De hecho, lo más claro llegó a través de dos pelotas paradas: un cabezazo de James apenas desviado y una pirueta exigida de Bareiro que tapó Roffo sin demasiados problemas. En la búsqueda, los centrales salían lejos y el Ciclón sufría el retroceso.
Con la necesidad de ir a buscar el empate, Insúa movió el banco y el Perrito Barrios salió a jugar el complemento en lugar de Bradia, que aportó poquito en los primeros 45 minutos. La tónica en este segundo tiempo no cambió demasiado: a San Lorenzo le faltó creatividad para generar peligro y lastimar al adversario. Pero llegó el empate por la intervención del VAR.
En una pelota dividida dentro del área, Luciatti le metió un pisotón a Bareiro y Paletta cobró penal luego de ser llamado del videoarbitraje. El paraguayo metió un bombazo arriba para el empate. La entrega de Barrios o la del pibe Leguizamón, que terminó agotado, fueron los únicos recursos que tuvo para intentar aproximarse al área contraria. Pero no pasó de ahí. Fue empate y San Lorenzo estira la mala racha sin poder ganar en el Pedro Bidegain.