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San Lorenzo sigue dulce: le ganó a Unión y alcanzó a Lanús en la punta

El Ciclón derrotó 1-0 al Tatengue con gol de Vombergar, sumó su tercera victoria en fila y se prendió en la cima del torneo. Ah, la gente sobre el final se acordó de Huracán.

Y fue otro día de fiesta, nomás. En el principio y en el final. Una tarde que terminó con una victoria muy celebrada. Otra vez no le sobró nada al equipo de Rubén Insúa. Pero ganó bien. El brillo, el buen juego, es una deuda que todavía conserva. Pero con un cabezazo de Vombergar, San Lorenzo derrotó 1-0 a Unión y se sube a la cima del campeonato.

San Lorenzo recién logró soltarse el final del primer tiempo, a partir el ímpetu de siempre. Antes, en varios momentos, no se lo vio cómodo. Al conjunto de Insúa no le fue fácil tomar el control del tiempo y del espacio. Llegó más que Unión, claro, pero todo fue forzado. De hecho, la primera clara fue a los 10 minutos con un remate de Jalil Elías que se desvió y Mele salvó con el pie, y para encontrar otra llegada con cierto peligro hay que irse a los 44′, cuando Bareiro ganó de cabeza en el área y se le fue por arriba.

Eso sí, el Ciclón hizo una jugada bárbara en el arranque del complemento que le facilitó las cosas. Pase de La Roca Sánchez, pared entre Leguizamón (había entrado por Luján) y Braida, centro de Malcom y cabezazo goleador de Vombergar, a puro olfato, acompañando siempre la jugada. Con la ventaja, lo de casi siempre: el equipo se retrasó, le cedió la pelota al rival y a esperar una contra salvadora que liquide el partido.

Aunque el plan le dio resultados, se respiraba cierto nerviosismo en el Pedro Bidegain porque San Lorenzo cortaba bastante cerca del arco de Batalla. De hecho, el que se hizo dueño y señor en la marca fue Rafa Pérez, el último hombre antes de llegar al ex River, y en ataque generó poco y nada, salvo alguna que otra corrida de Leguizamón que terminó mal. Sin embargo, la visita nunca llegó con claridad en el once contra once y mucho menos con diez, por la expulsión de Calderón.